PERFECCIONANDO NUESTRA PRACTICA DE YOGA: Navasana
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Navasana
Bienvenidos a un nuevo artículo de nuestra serie "Perfeccionando
Nuestra Práctica de Yoga", un camino evolutivo que comienza con
posturas de piso para fortalecer los cimientos antes de avanzar hacia asanas de
pie, equilibrio e invertidas. Tras explorar posturas como Vajrasana y Sukhasana,
hoy nos adentramos en Navasana, una asana que desafía el
equilibrio, fortalece el centro del cuerpo y nos enseña a encontrar estabilidad
en la aparente inestabilidad. Ideal para desarrollar fuerza física y mental,
esta postura es un puente hacia prácticas más avanzadas.
Navasana: La Postura del Barco - Significado del nombre
En sánscrito, "nava" significa "barco" y "asana" se traduce como "postura". Navasana simboliza la capacidad de navegar con determinación a través de las aguas turbulentas de la mente y el cuerpo, manteniendo el equilibrio entre esfuerzo y ligereza.
En sánscrito, "nava" significa "barco" y "asana" se traduce como "postura". Navasana simboliza la capacidad de navegar con determinación a través de las aguas turbulentas de la mente y el cuerpo, manteniendo el equilibrio entre esfuerzo y ligereza.
Anatomía de la Postura: Articulaciones y Músculos Clave
Articulaciones principales involucradas:
- Caderas: En flexión, elevando las piernas y torso para formar una "V".
- Columna vertebral: Neutral con ligera flexión, activando el core para evitar colapso lumbar.
- Rodillas: Extendidas o ligeramente flexionadas (según la variante).
- Hombros: Estabilizados, con escápulas retraídas para mantener el pecho abierto.
- Tobillos: Dorsiflexión (dedos apuntando hacia arriba).
Grupos musculares activos:
- Core (recto abdominal, transverso, oblicuos): Sostienen el torso y las piernas, evitando balanceos.
- Flexores de cadera (psoas ilíaco): Elevan las piernas y mantienen la forma de la postura.
- Cuádriceps: Extienden las rodillas y estabilizan las piernas.
- Erectores espinales: Mantienen la columna alargada y erguida.
- Suelo pélvico: Activo para generar estabilidad en la base.
- Trapecio inferior: Relaja hombros y cuello, contrarrestando tensiones.
¿Quiénes Deben Practicarla y Precauciones?
Recomendada para:
- Practicantes que buscan fortalecer el core y mejorar el equilibrio.
- Personas con posturas sedentarias, para contrarrestar la debilidad abdominal.
- Atletas que necesitan estabilidad central en deportes como ciclismo, natación o running.
Contraindicaciones y adaptaciones:
- Lesiones lumbares agudas: Evitar si hay dolor. Optar por Ardha Navasana (media postura del barco) con rodillas flexionadas.
- Hernias abdominales o diástasis: Modificar la postura apoyando las manos en el suelo detrás de las caderas.
- Problemas cervicales: Mantener la mirada al frente, no hacia los pies, para no forzar el cuello.
- Embarazo: Practicar solo en etapas tempranas y con apoyo de una pared o bloque bajo los glúteos.
Beneficios de Navasana
- Fortalece el core: Tonifica músculos profundos del abdomen, clave para posturas como Chaturanga o inversiones.
- Mejora el equilibrio y la coordinación: Entrena la conexión entre mente y cuerpo para movimientos precisos.
- Estimula órganos digestivos: La contracción abdominal masajea el intestino, favoreciendo la digestión.
- Fortalece flexores de cadera y cuádriceps: Previene lesiones y mejora el rendimiento en actividades físicas.
- Corrige la postura: Combate el encorvamiento al activar los músculos erectores de la columna.
- Desarrolla resistencia mental: Enseña a mantener la calma bajo esfuerzo, cultivando disciplina y enfoque.
Conclusión: Equilibrio entre Fuerza y Fluidez
Navasana no es solo una prueba de fuerza, sino un recordatorio de que la estabilidad nace desde el centro. Invitamos a practicarla con paciencia, comenzando con intervalos cortos (10-20 segundos) y aumentando gradualmente. Usar variantes como Ardha Navasana o apoyar las manos en el suelo no resta valor a la postura; al contrario, honra el proceso único de cada cuerpo.
Navasana no es solo una prueba de fuerza, sino un recordatorio de que la estabilidad nace desde el centro. Invitamos a practicarla con paciencia, comenzando con intervalos cortos (10-20 segundos) y aumentando gradualmente. Usar variantes como Ardha Navasana o apoyar las manos en el suelo no resta valor a la postura; al contrario, honra el proceso único de cada cuerpo.
En el próximo artículo, exploraremos Phalakasana (postura de la plancha), un complemento ideal para seguir construyendo fuerza central.
¡Hasta entonces, que vuestra práctica sea un viaje de autodescubrimiento y
crecimiento!
¿Cómo integras Navasana en tus secuencias?, ¿Prefieres
variantes dinámicas o estáticas?, ¡Comparte tus experiencias en los
comentarios! 🌊
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