En el mundo de la meditación y las prácticas espirituales, el mala, también conocido como rosario hindú o budista, es una herramienta ancestral que ha sido utilizada durante siglos para enfocar la mente, contar mantras y profundizar en la conexión con lo divino. Este collar de cuentas no es solo un objeto decorativo, sino un instrumento sagrado que acompaña a quienes buscan paz interior, claridad mental y crecimiento espiritual.

Un mala es un collar compuesto por 108 cuentas, llamadas perlitas o cuentas, que están unidas por un hilo resistente. Además de las 108 cuentas principales, suele incluir una cuenta adicional más grande, conocida como meru o guru, que simboliza el punto de inicio y fin del ciclo de meditación. El hilo que une las cuentas representa la conexión entre todo lo que existe, mientras que las cuentas simbolizan los pasos en el camino hacia la iluminación.

El uso del mala en la meditación es sencillo pero profundo. Se sostiene con una mano, generalmente la derecha, y se pasa una cuenta entre los dedos (índice y pulgar) por cada repetición de un mantra o una afirmación. Comenzando desde la cuenta junto al meru, se avanza una por una hasta completar las 108 cuentas. Si se desea continuar, se gira el mala y se regresa sin cruzar el meru, ya que este representa un punto de respeto y no debe ser traspasado.

El objetivo principal de usar un mala es mantener la concentración durante la meditación. Al contar las cuentas, la mente se enfoca en el mantra y se evita la distracción. Además, el acto repetitivo de pasar las cuentas crea un ritmo que ayuda a entrar en un estado de calma y conexión interior.

El número 108 es considerado sagrado en muchas tradiciones espirituales, especialmente en el hinduismo y el budismo. Aquí algunas razones por las que este número es tan significativo:

Los malas pueden estar hechos de diversos materiales, cada uno con sus propias propiedades energéticas y simbólicas. Algunos de los más comunes son:

Cada cuenta del mala se llama perlita o cuenta, y su elección depende de las necesidades y preferencias del practicante. Algunas personas eligen malas basados en su intuición, mientras que otras buscan materiales específicos para potenciar ciertas cualidades, como la claridad mental, la protección o la sanación emocional.

El mala es mucho más que un simple collar; es una herramienta poderosa para la meditación y el crecimiento espiritual. Su uso no solo ayuda a mantener la concentración, sino que también conecta al practicante con una tradición milenaria de búsqueda de la verdad y la paz interior. Ya sea que elijas un mala de rudraksha, sándalo o amatista, lo importante es que lo uses con intención y respeto, permitiendo que te guíe en tu camino hacia la conexión con tu ser más profundo.

 

Este artículo me pareció muy interesante de elaborar, ya que combina historia, espiritualidad y práctica en un solo tema. El mala es un objeto fascinante que trasciende culturas y religiones, y su uso en la meditación es una forma tangible de conectar con lo sagrado.

Sería interesante explorar más a fondo el significado de los mantras que se utilizan con el mala, cómo elegir el mantra adecuado según las necesidades personales, y cómo integrar esta práctica en la vida cotidiana. También podríamos profundizar en la relación entre los chakras y los diferentes tipos de malas, ofreciendo una guía práctica para equilibrar la energía a través de esta herramienta... Se los dejo como inquietud a todos nuestros lectores para que vea como les resuena.

Desde Studio Sat, estaremos encantados de seguir compartiendo conocimientos que inspiren y guíen a nuestros lectores en su camino espiritual.